En este momento, suena jazz, no hay melodía, sólo notas, una miriada de diminutas sacudidas. No conocen el descanso; un ordén inflexible las origina y las destruye sin darles tiempo a recuperarse y de existir por si mismas. Corren, se precipitan, me dan un fuerte puñetazo al pasar y se extinguen. Me gustaría retenerlas, pero sé que si puediera parar una, lo que me quedaría entre los dedos sería sólo un sonido bribón y extenuado. Debo aceptar su muerte; debo incluso desearla. Conozco pocas impresiones más fuertes o más crudas.
JEAN-PAUL SARTRE
[print_gllr id=406]